Ofertorio de la espera
Te ofrecemos esta espera de desierto,
por la primavera que lo vuelva flor.
Te ofrecemos el silencio, que desborda del alma
y nos brota del pecho, y se vuelve plegaria y clamor.
Ven, Señor, ven, Señor, ven Señor,
a la tierra que espera tu amor. (Bis)
Te ofrecemos el camino,
que anhela tus pasos divinos, Jesús Redentor.
Te ofrecemos esta noche de tinieblas
que rezan gritando tu nombre pidiendo que vuelvas, Pastor.